Unidad de Convivencia de Lerín

La residencia de mayores de Lerín inaugura sus nuevas instalaciones

La inauguración oficial de la ampliación de Nuestra Señora del Pilar se produjo el pasado miércoles 28 de septiembre, mientras que la ciudadanía lerinesa ha sido invitada a una visita el viernes 30.

La residencia de mayores Nuestra Señora del Pilar, de Lerín, ha organizado una jornada de puertas abiertas con la que ha querido mostrar a la ciudadanía lerinesa sus nuevas instalaciones, tras la ampliación concluida este verano y para cuya puesta en marcha se recibían las preceptivas autorizaciones hace dos semanas. Cabe recordar que, con esta ampliación, la residencia aumenta su capacidad asistencial casi un 50%, pasando de 24 a 34 plazas, además de crear una unidad de convivencia integrada en la Residencia.

La inauguración oficial fue un acto íntimo, dedicado a residentes, equipo de profesionales y representantes del patronato de la Fundación el miércoles 28 de septiembre.

La jornada de puertas abiertas ha tenido lugar tanto de mañana como de tarde, para garantizar que todas las personas interesadas puedan acudir y conocer las instalaciones, los servicios y la atención individualizada prestada por el Centro.

Amaia Maestu, directora del centro, subraya la importancia de esta jornada: “Desde nuestro punto de vista y desde nuestra creencia en el modelo de atención centrada en la persona, todo lo que fortalezca lazos entre la residencia y el conjunto del pueblo es muy positivo porque recuerda que somos una parte más del mismo”.

“Las residencias no son espacios cerrados, sino abiertos, y quienes viven con nosotras siguen viviendo en su pueblo porque así lo eligen y lo desean; por eso es tan importante poder celebrar una jornada así”, ha explicado Maestu. 

Reducir lista de espera y creación de unidad de convivencia

La ampliación de la Residencia de mayores Nuestra Señora del Pilar va a permitir cubrir las necesidades asistenciales y residenciales de las personas mayores de Lerín y comarca que lo requieran. El centro contaba con una amplia lista de espera que ahora se verá reducida.

Por otro lado, tal y como comenta Estibaliz Espejo, enfermera de la residencia, “con la ampliación de la residencia se va a crear una unidad de convivencia, con funcionamiento independiente, pero integrada con el resto de personas residentes y servicios de la residencia. Con ello, vamos a seguir apostando por la continuidad en la autonomía e independencia de las personas que viven en el centro”.

Las obras, que recibieron a comienzos de septiembre las autorizaciones necesarias para su puesta en marcha, tanto por parte del Ayuntamiento como del departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, han supuesto una inversión de en torno a 60.000 euros, y permiten contar con 10 nuevas habitaciones individuales, con baño propio y modernas instalaciones. 

Desde este espacio agradecemos a Sheyla Muñoz y Alberto Galdona de Diario de Navarra por hacerse eco de la inauguración: La residencia de Lerín se dota de diez nuevas plazas y una unidad convivencial.

Imagen de Diario de Navarra "La residencia de Lerín se dota de diez nuevas plazas y una unidad convivencia"l

 

María Luisa y Charo atentas al inicio del partido de fútbol

Empate a goles de las personas mayores de la residencia con la comunidad artajonesa

La Residencia de Mayores Virgen de Jerusalén de Artajona participó en el Día del Donante en las actividades organizadas por la Asociación de personas trasplantadas y enfermas hepáticas de Navarra (ATEHNA): partido de fútbol entre Artajonés y Osasuna Veteranos, sorteos, paellada…

A las 10:00 de la mañana del sábado 11 de junio en la Residencia de Mayores Virgen de Jerusalén se vivían algunos nervios desde hacía rato. Mientras algunas personas terminaban de desayunar, otras salían a la terraza y había quien buscaba “la chaquetica por si refresca”, un grupo de unas 10 personas se preparaban para ir al campo de fútbol.

Agua, crema del sol, sombreros, las pastillas del mediodía… cada una con su kit completo para disfrutar en la comunidad con las vecinas y vecinos de Artajona de un día festivo gracias a los preparativos de ATEHNA y el Día del Donante. Lo primero de todo: fútbol. Artajonés Veteranos se medía amistosamente con Osasuna Veteranos. Quien mantenía su autonomía salía de la residencia hacia el campo de fútbol a su ritmo, quien necesitaba apoyo de vehículo esperaba a la responsable de la furgoneta y quien solo necesitaba de una mano o un brazo, salían con profesionales y voluntarias haciendo el caminito con sillas de ruedas, andadores o lo que hiciera falta. Siempre amenizado por las canciones de una de las compañeras.

Animando en el campo de fútbol
Todas las personas de la comunidad animaron a los jugadores.: residentes, familiares, profesionales, vecinos, vecinas…

La llegada al campo fue maravillosa: todo el pueblo saludaba a las personas residentes y les dejaba un sitio a la sombra. Y además, salieron en la foto con los equipos, gracias a Ángel de Osasuna Veteranos por la colaboración, sujetando la pancarta, en pleno terreno de juego con el lema «Hazte donante, regala vida”.

Historias especiales

No todos los saludos fueron iguales. Hay miles de intrahistorias dentro de la participación de las personas mayores, con todas sus vivencias, y el pueblo de Artajona. Como la historia de Inés, que acudía todos los fines de semana con su marido a ver los partidos de fútbol del Artajonés, equipo en el que jugaba su hijo. Esta vez, después de unos cuantos años volvió a ver a su hijo jugar y salen juntos en la foto de grupo.

Foto de grupo entre Artajonés y Osasuna Veteranos
Jugadores, miembros de Atehna y de la residencia de Artajona antes de comenzar el partido

O la historia de la hermana religiosa Mª Cruz que, a sus 102 años, era la primera vez que iba a un partido de fútbol y así lo hizo saber a todas las personas que se le acercaban.

Otra de las vidas que han cambiado fue la de Joaquín. Antes de la pandemia solo acudía a la residencia para comer, ya que estaba todo el día fuera relacionándose con la gente del pueblo en el Bar Asador y en el Bar de los Jubilados. Desde la pandemia no había vuelto a salir, y poder ir al partido de fútbol ha supuesto para él el reencuentro con muchos vecinos del pueblo a los que antes veía a diario. Además, la semana después del partido ha contado a todas las personas de la casa con quién estuvo, a quién saludó, las fotos que se hizo con los jugadores…

Y siempre hay más sorpresas. Cuando vivimos en comunidad y nos centramos en las personas descubrimos historias nunca antes comentadas, como la de Mª Luisa Magallón. Mª Luisa acompañaba a sus sobrinos desde pequeños a los partidos de fútbol en los que jugaban: era una gran forofa. Acudía a los encuentros con un cencerro y cada vez que el equipo de sus sobrinos metía gol, y aunque a ellos les diera vergüenza, lo hacía sonar. Ese día volvió a ver jugar a su sobrino: fue toda una sorpresa porque ninguno de los dos sabía que se iban a encontrar y fue muy ilusionante, aunque esta vez no llevara cencerro. Mª Luisa no paraba de decirle a su compañera Concha que estaba muy feliz. “¡Quién me lo iba a decir!”.

María Luisa Magallón junto a su sobrino vestido del Artajonés Club de Fútbol
María Luisa Magallón junto a su sobrino vestido del Artajonés Club de Fútbol

Sorteos y paellada

Además del partido de fútbol, las personas mayores de la casa que acudieron también participaron en los sorteos y en la paelllada junto al resto del pueblo. Mientras, en la residencia, el resto de personas continuaba con sus vidas, comidas, siestas, paseos o lo que se terciara en un sábado cualquiera.

Humanización de cuidados

Una salida, una entrada, un beso, una conversación, un saludo, una historia antigua… todo esto es parte de la atención centrada en la persona que va más allá de ir a ver un partido de fútbol. Van quienes quieren ir, como quieren ir y cuando lo desean. Se reencuentran con el vecindario y se producen conversaciones nuevas, se recuerdan historias de antaño y se mantienen las relaciones que se han tenido en la vida.

Todo es posible gracias al equipo profesional que cree en este modelo de acompañamiento y lo hace posible. Como ellas mismas se presentan “el equipo de la residencia Virgen de Jerusalén es como una gran familia que cuida a las personas teniendo en cuenta sus preferencias y gustos, impulsando sus proyectos de vida y su independencia”.